Beetlejuice es toda una cinta de culto del cine cómico-fantástico, perteneciente a la filmografía de Tim Burton.
Y, aunque el tiempo ha sido cruel con ella en cuanto a sus efectos especiales y su trabajo de maquillaje, ambos aspectos resultaron ser los más laureados en 1989, año en el que recibió un Oscar y una nominación a los BAFTA por tal maquillaje y otra nominación a los máximos galardones británicos por los susodichos efectos especiales.
Michael Keaton fue la estrella del filme, dando vida a Bitelchus (’Beetlejuice’ en original), ese ‘bio-exorcista’ (un fantasma que elimina a los seres humanos) que, sin saberlo, es utilizado por una pareja de recién fallecidos (interpretados por Alec Baldwin y Geena Davis) para asustar a una la familia que acaba de mudarse a su casa. Winona Ryder interpretó a la hija de la familia en su papel estelar.
Ya se planificó una secuela en los años 90 con el título de ‘Bitelchus va a Hawai’, lógico teniendo aún calentito el éxito. Burton había planeado regresar como director, pero el proyecto no se desarrolló más allá de un guión inicial. Menos mal.
Pero es que ahora, pasados casi 23 años, carece absolutamente de sentido tal secuela. Un remake o reboot lo vería más lógico, dentro de la locura versionadora que enferma a Hollywood.
El caso es que el guionista y productor David Katzenberg, y el también guionista Seth Grahame-Smith han firmado un contrato de dos años con la Warner Bros., y entre sus primeros proyectos se encuentra la referida secuela de ‘Bitelchus’.
Grahame-Smith es uno de los guionistas de ‘Dark Shadows’, la próxima de Burton y, aunque no hay confirmación aún de si Burton (o Keaton) podrían estar involucrado con la secuela, se dice que la se largometraje se plantea como una continuación de la original y no como un reinicio. Veremos a ver lo que tardan en cambiar de idea.
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